Tipos de cloud computing: conoce sus diferencias
Los distintos tipos de cloud computing permiten a las empresas reducir costos de hardware, además de optimizar las operaciones y incrementar productividad.
El fenómeno de la computación en la nube es la gran innovación de los últimos 20 años. Los diferentes tipos de cloud computing han permitido desarrollar múltiples aplicaciones para facilitar nuestro día a día.
Esta tecnología fue responsable de toda revolución de datos, al permitir capturar, compartir, manipular y analizar una multitud de datos. Así ha definido las bases para los numerosos aspectos de la transformación digital que siguieron.
Big Data, Internet de las cosas (IoT) y el aprendizaje automático son sólo algunos de los "hijos" de la computación en la nube.
Más allá del almacenamiento de archivos, la nube ha proporcionado posibilidades ilimitadas de utilización de recursos de procesamiento y memoria. Ha abierto puertas para robots, drones, impresoras 3D y más.
En el ambiente corporativo, ha permitido a las compañías reducir los costos de hardware, intensificar el trabajo compartido y confiar en el teletrabajo para aumentar la productividad.
¿Pero cuáles son los tipos de cloud computing?
¿Cómo transformar una empresa con prácticas y herramientas digitales, adoptando la nube como el punto de partida? Eso es lo que verá a partir de ahora. ¡Sigue leyendo y aprende más!
¿Cómo evoluciona la nube?
Hablar de la nube es inevitablemente hablar de la virtualización de recursos, servicios bajo demanda, escalabilidad y elasticidad.
Hasta la última década, por ejemplo, sólo las multinacionales tenían un parque tecnológico moderno, porque se necesitaba mucho capital para invertir en máquinas de servidor, activos de red y software de última generación.
El costo de las licencias de aplicación, las actualizaciones y el mantenimiento continuo hacía de la TI un privilegio de pocas organizaciones.
En este periodo, existían las compañías que tenían procesos digitales y otras que aún utilizaban procesos en papel.
Sin embargo, hoy todo ha cambiado.
Hoy, la nube es sinónimo de un conjunto de computadoras interconectadas, que ofrecen servicios para el usuario final, ya sea una empresa o un individuo, sin que este tenga dichas aplicaciones en sus infraestructuras o sus dispositivos.
La nube democratizó la TI de alto rendimiento, popularizando las aplicaciones "como servicio", es decir, mediante el pago mensual y bajo demanda. No más pagos por licencias, actualizaciones o mantenimiento.
La nube se refiere a centros da datos virtualizados. Después del año 2005, muchas creaciones de recursos virtualizados definieron los tipos de cloud computing que tenemos actualmente.
¿Cuáles son los tipos de computación en la nube?
Existen muchas clasificaciones los tipos de nube, pero las más importantes son las relacionadas con el modelo de servicio (SaaS, IaaS y PaaS) y el modelo de implementación (público o privado).
Hablemos inicialmente de la primera categoría.
1. Infraestructura como servicio (IaaS)
Comúnmente utilizado por los administradores de sistemas para crear máquinas virtuales, sistemas operativos, memorias virtuales etc.
Es la capa más profunda de la nube. Su objetivo principal es diseñar un ambiente bajo demanda que el usuario pueda entender fácilmente y que tenga múltiples funciones disponibles.
2. Plataforma como servicio (PaaS)
Esta es la capa intermedia de los tipos de cloud computing. Consiste en hardware virtual ofrecido como un servicio (virtualizado y está disponible en Internet por un proveedor especializado).
Su presencia garantiza el desarrollo de aplicaciones sin preocuparse por la capacidad del servidor, las pruebas y análisis de montañas de datos, la integración con bases de datos etc.
Es utilizada principalmente por los desarrolladores para la integración de aplicaciones, experimentación e inserción de frameworks.
3. Software como servicio (SaaS)
Finalmente, la capa más externa y notable de la nube.
El Software as a Service (SaaS) es un grupo de aplicaciones que se ejecutan directamente en el ambiente virtual a través de una interfaz web.
El usuario final lo utiliza más para acceder a aplicaciones de correo electrónico u oficina (ERP, CRM y firma electrónica, por ejemplo).
Como decimos, además del modelo de servicio, existen las clasificaciones de implementación:
1. Nube privada
En la nube privada, los recursos se alquilan o reservan a un solo usuario. Así, toda la infraestructura del servidor, por ejemplo, es operada exclusivamente por el cliente contratante.
Las ventajas incluyen mayor seguridad, flexibilidad y personalización. Como desventaja, el costo puede ser alto.
2. Nube pública
En la nube pública, distintos usuarios comparten la infraestructura completa del proveedor por igual. Resulta que se reducen los costos, incluso con la utilización de servicios gratuitos. Sin embargo, hay menor seguridad y menos flexibilidad.
Entre los dos tipos de computación en la nube, este es el más utilizado, especialmente por usuarios domésticos.
¿Cómo elegir el tipo de nube ideal?
Respecto al modelo de implementación, ambos los formatos (público y privado) son relevantes, dependiendo de las aplicaciones o archivos utilizados por una organización, por ejemplo.
En muchos casos, adoptar el modelo híbrido es recomendado. Puedes alojar la información más crítica o las aplicaciones más sensibles en la nube privada, mientras que los demás documentos y software menos relevantes permanezcan en la nube pública.
Esto agrega bajos costos y un alto nivel de seguridad.
Gestiona tus documentos en la nube
Las organizaciones que adoptan distintos tipos de cloud computing tienen la posibilidad de adoptar el trabajo remoto – estimular, por ejemplo, la productividad en el home office o durante viajes de trabajo.
Otra forma de disfrutar de las ventajas de la nube es promover el modelo Bring Your Own Device (BYOD) y permitir que sus empleados accedan a los sistemas empresariales desde sus propios dispositivos.
Quienes trabajan en la nube procesan cualquier información en el entorno digital, desde la su generación hasta su almacenamiento, sin la necesidad de imprimir una sola hoja de papel.
Un bueno ejemplo es la firma electrónica, una aplicación SaaS, que permite cerrar contratos de manera muy practica y sencilla, sin impresiones.
Sin papel, puedes reducir costos de insumos de oficina, recuperar la información más rápida y trabajar con el Big Data (ya que los datos son agregados y digitales, y los superprocesadores los manejan fácilmente). De hecho, una empresa digital es definitivamente una empresa más competitiva.
El paso clave para lograr este nivel de transformación digital en una empresa es migrar su gestión de documentos a la nube.
Hoy, existen plataformas modernas de gestión de documentos que garantizan no solo el almacenamiento seguro de archivos, sino también su firma electrónica.
De hecho, millones de usuarios alrededor del mundo disfrutan de la transformación de las firmas electrónicas.
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