¿Cómo construir un equipo de trabajo increíble?

La productividad de una empresa depende de factores como la eficiencia de producción, optimización de recursos y las aplicaciones de tecnologías e innovación. Sin embargo, hay otro factor que es prácticamente igual de importante: la construcción de un equipo de trabajo eficaz.

Lograr tus objetivos generales y específicos sólo puede ser alcanzado gracias a la conjunción de talentos y recursos humanos que estén dispuestos a generar soluciones eficientes en el día a día.

Un gerente, sí o sí, debe saber cómo armar los equipos de trabajo para garantizar los niveles de actividad y resultados que la empresa aspira a tener. Por esa razón, en este artículo te vamos a explicar de manera precisa 5 consejos para lograrlo.

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1. Establece tus objetivos para saber qué talento necesitas

Un error muy común en el mundo empresarial, es que las empresas reclutan personal sin saber primero qué es lo que quieren o necesitan.

Para construir un equipo de trabajo eficaz, es imperante determinar cada objetivo que tiene la empresa en los distintos frentes de actuación, es decir, a nivel comercial, financiero, operacional, de marketing, entre otros.

Una buena manera de hacerlo es a través del modelo SMART (Specific, Measurable, Achievable, Relevant, Timely) o, como se dice en español, objetivos que sean específicos, medibles, alcanzables, relevantes y que se puedan hacer a tiempo.

Una vez que se ha hecho esto, es posible reclutar al personal que puede llevar a cabo estas tareas y alcanzar las metas. En otras palabras, si sabes a dónde vas, sabrás qué tipo de profesional necesitas para llegar a dónde quieres.

2. Delimita la estructura y los límites

El tamaño y las fronteras técnicas y prácticas de tu equipo de trabajo es la manera en cómo cada miembro podrá proceder y establecer sus tareas de acuerdo a las necesidades de tu organización.

Cuando hablamos de empresas pequeñas o PyMES, es fácil sobrepasar límites y entorpecer las funciones de los compañeros. Si quieres formar un equipo de trabajo productivo, es fundamental fijar las funciones y los procedimientos específicos de cada persona en función de la operatividad.

Además, especificar —en un documento— las normas y reglas de conducta, le dará a cada compañero los lineamientos sobre los cuales está sostenido el comportamiento general y las mejores prácticas.

3. Generar compromiso y metas en común

Cuando un equipo de trabajo comparte una misión en conjunto y logra enfocarse como grupo bajo un mismo norte, se sabe que cualquier objetivo es alcanzable. Además, con miembros comprometidos con la organización, sabrás que cumplirán con lo prometido y se esforzarán cada vez.

Es muy fácil confundir la búsqueda de compromiso con presionar a los integrantes de la empresa. Infundir el miedo al fracaso es muy diferente a motivar para el éxito.

Una vez que tu equipo de trabajo se encuentre en marcha, puedes promover la creación de rutinas donde se reúnan periódicamente y discutan los avances de cada uno, compartan experiencias, resuelvan dudas, den sus sensaciones y generen soluciones innovadoras.

De esta manera, podrás evaluar la eficacia de tu grupo y podrás detectar problemas rápidamente para tener en cuenta y resolver de manera efectiva.

Otro aspecto importante es implementar las llamadas “lluvias de ideas”. Esto es una buena práctica no solamente para repensar las estrategias y generar nuevas oportunidades de negocio, sino también con el objetivo de integrar a cada miembro y potenciar sus talentos en aras de motivarlo e incentivarlo.

Generar compromiso va mucho más allá de un espaldarazo en la espalda o un “buen trabajo”: es darles confianza a tus empleados y hacerles sentir que son parte importante de la empresa.

4. Crea un proceso óptimo para la toma de decisiones en equipo

Un líder no es alguien que toma decisiones arbitrarias o presiona a sus subalternos para hacer las cosas como él quiere; es todo lo contrario. Una persona que sabe liderar efectivamente equipos de trabajo establece métodos para tomar decisiones y resolver problemas basándose en su experiencia personal y la de sus colegas más calificados.

Ten en cuenta que una empresa exitosa tiene que tener un procedimiento para la toma de decisiones, y así evitar los estancamientos en discusiones estériles que pueden provocar rupturas, frustraciones o falta de accionar.

Para que esto sea posible se deben dar dos condiciones: que todos tengan los mismos objetivos y que cada logro dependa de la colaboración sobre el individualismo. Ya hablamos de la primera, conceptualicemos la segunda.

Para que la interdependencia sea precursora del éxito, cada integrante debe ser responsable de sus tareas. Es decir, cada persona debe saber que son piezas dentro de una máquina, donde, si se falla, se afecta directamente la productividad general.

5. Contar con todas las herramientas tecnológicas necesarias

No nos podíamos olvidar de las tecnologías, ya que estas herramientas hacen que los equipos efectivos sean aún más eficientes y productivos.

Por ejemplo, contar con softwares de mensajería como Slack, que acelera la comunicación interdepartamental y favorece a la creación de nuevos proyectos, es una manera fantástica para volver eficiente el contacto e interacción entre miembros de un equipo de trabajo.

Asimismo, tecnologías como la firma electrónica, un sistema de identificación y autenticación a distancia que permite aprobar y generar acuerdos de manera remota, es preciso para dejar fluir la intensidad de trabajo y permitir que cada integrante pueda dar sus resultados a tiempo.

En el mercado existen decenas de opciones que, de acuerdo a las necesidades de tu empresa, puedes ir adoptando paulatinamente. Nuestra recomendación es que evalúes con detenimiento los problemas y aspectos que podrías solucionar y acelerar gracias a las innovaciones.

No es simplemente adquirir equipos y programas porque sí, es darles a los miembros de tu equipo de trabajo herramientas que faciliten su vida laboral y los haga ser más eficientes y felices con lo que hacen.

Estos consejos te ayudarán a armar y ayudar a cada recurso humano que sumes a tu equipo para que pueda aportar sus talentos a los intereses de tu empresa y, al mismo tiempo, que los haga crecer y mejorar como profesionales.

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